Fotoprotectores. Mitos y verdades


31 de Agosto de 2018

Ahora que estamos en la época estival aclaremos algunas dudas respecto a los fotoprotectores:

 

" El fotoprotector hay que aplicarlo 30 minutos antes de exponernos al sol"

Verdadero: La correcta aplicación de un fotoprotector es fundamental para que éste sea eficaz.  Debemos aplicarlo 30 minutos antes para se fije a la piel y no se elimine con el sudor. La cantidad es otro factor importante. La cantidad que se recomienda es 2 mg/cm2 de superficie corporal, que es la medida que se usa en los test científicos para determinar que el producto es efectivo. Desde el punto de vista práctico equivale a 35 ml de fotoprotector en promedio para todo el cuerpo (¡el volumen de una pelota de golf!), o lo que es lo mismo, de 6 a 8 cucharillas de fotoprotector. Por último, es importante reaplicarlo al menos cada dos horas si vamos a continuar expuestos al sol o después de cada baño aunque en la etiqueta ponga "resistente al agua". 

"Un fotoprotector SPF 50 me mantiene protegido del sol durante 8 horas"

Falso,  el SPF (o FPS en su traducción al español) o Factor de Protección Solar indica el factor de protección adicional que el protector solar te da frente a tu resistencia natural al sol. En el ejemplo del enunciado significa que si por tu piel puedes estar 10 minutos al sol sin que se enrojezca, un factor SPF 50 ofrece 50 veces más tiempo de protección, es decir: 10 minutos x 50= 500 minutos. ¡Más de 8 horas protegido!. Sin embargo, éste es un factor de medida que se usa en unas condiciones estándar de laboratorio, que no son iguales para todas las personas y donde no se tiene en cuenta los agentes externos ambientales (viento, lluvia, sudor, agua, fricciones o rozamientos...). En la vida real los fotoprotectores hay que reaplicarlos con mayor frecuencia que lo indicado en el SPF para contrarrestar la pérdida de eficacia. 

" Los fotoprotectores bloquean el 100% de la radiación ultravioleta"

Falso, Un protector solar SPF 15 filtra en torno al 92% de la radiación ultravioleta B y un protector solar SPF 30 alrededor del 96%. Aunque a priori no parezca una gran difrerencia sí que la hay: el fotoprotector SPF 15 permite que penetre el doble de radiación UVB respecto al SP 30. 

"Las alergias a los protectores solares son infrecuentes"

Verdadero, las cremas fotoprotectoras rara vez producen alergia. La  reacción cutánea que aparece cuando nos aplicamos el fotoprotector generalmente aparece porque tenemos la piel más sensible, irritada o por otras causas (urticaria a "frigore" o solar, erupción polimorfa lumínica...)

"Si estoy bronceado no necesito aplicarme el fotoprotector"

Falso, Está comprobado que el bronceado no protege de forma eficaz frente al  daño que produce la radiación ultravioleta. La melanina bloquea parcialmente la radiación UVB. Sería como estar usando un fotoprotector SPF 1,5 a 4. Además la melanina  es incapaz de bloquear  la radiación UVA, que es la causante del envejecimiento cutáneo y la aparición de las arrugas.  

"Los fotoprotectores disminuyen la capacidad de producir Vitamina D"

Verdadero, Para la síntesis de vitamina D  es necesario que la radiación UVB penetre en nuestro cuerpo. Si usáramos un fotoprotector a todas horas y en toda la superficie corporal es probable que nuestros niveles de vitamina D fueran deficientes. Sin embargo esto no ocurre en nuestro día a día y se estima que 25-30 minutos diarios de exposición solar en cara, brazos y piernas descubiertas es suficiente para mantener unos niveles óptimos de vitamina D.